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A las 6 y pico

Buenos días

Buenos días ¡Buenos días, señor recién nacido! Bienvenido a este mundo.
Pase sin miedo y póngase cómodo.
Como ve, aquí estamos todos ocupados con la tarea de vivir, por lo que quizá le podamos dar algunos consejos útiles, ahora que usted se va a dedicar también a ello. En primer lugar le diré que en este mundo a casi nadie le importa mucho que usted exista, y si llega a importarnos, eso puede ser bueno o malo. En general, se puede decir que es preferible evitarlo.
Tenga eso en cuenta, no se de a las drogas, aplíquese a sus estudios cuando llegue a la edad de estudiar, y poco más. Por el momento haga caso de lo que le dicen su papá y su mamá y el resto lo irá averiguando.
Y bien, hablando de todo un poco: ¿Qué tal? Su nacimiento digo... ah ¿cesárea, eh? Bueno, pero ¿todo bien? Ah, me alegro.
En realidad no me refería al parto en sí.
Quiero decir, ¿qué le ha tocado en suerte? Un gueto de una gran ciudad, una aldea perdida en el Nepal, una favela brasileña, un campamento de refugiados palestinos... o quizá ¿un barrio exclusivo, de gente adinerada, y un master en dirección de empresas en el futuro?
Ah, nada de eso, un barrio residencial de clase media. Bloques y más bloques de pisos, mucho césped que no se puede pisar. Tiendas de comestibles y conversaciones acerca del tiempo. Está bien, puede considerarse afortunado. Con toda probabilidad, será un don-nadie. Créame, si no es de esos que le piden demasiado a la vida, ser un don-nadie es un destino satisfactorio.
Hágame caso, señor recién nacido, pues he pasado toda mi vida en ambientes similares, y algo sé de esto. No trate de ser el mejor en nada, no se preocupe por destacar. Confórmese con ser uno más entre millones, y las cosas le irán bien. Tendrá una casita con calefacción, una mujer e hijos. Un trabajo pagado, no bien pagado, tampoco grato, pero pagado. Cañitas con los amigos en el bar de la esquina. Excursiones de fin de semana al campo. Y muchas cosas más: un automóvil de segunda mano, partidos de fútbol por la tele, revistas, reuniones familiares, infidelidades, seguro médico... Cosas para nada despreciables.
En fin, le dejo que siga gateando, veo que está haciendo progresos notables. De nuevo, bienvenido al mundo. Espero que le vaya razonablemente bien en la vida.

Javi (marzo de 2003)

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